domingo, 17 de mayo de 2015

Parque Tayrona, tal y como lo soñé

Siempre escuche buenos comentarios acerca del Parque Nacional Natural Tayrona, tuve la oportunidad de ir hace poco, y puedo decirles que:.... Luego de una corta visita a Taganga (y ver en este municipio el contraste de una playa bonita y un mar azul, con la basura y las botellas de plástico dejadas atrás de los turistas de grabadora, que, upppsss en su mayoria no eran del interior...) retornamos a Santa Marta, donde nos aprovisionamos en un almacen de cadena de algunas cosas para llevar a nuestro siguiente destino, importante, llevar agua, mucha agua, en esa ocasión llevé tres botellas de litro y medio de agua cada una, y para dos personas durante dos días fue suficiente, en el centro de Santa Marta salen los buses para ir hasta la entrada del parque, allí, luego del pago y un video de introducción, decidimos tomar otro transporte, que no es obligatorio, y que nos dejó mas adentro en el parque, allí comienza una caminata por el sendero muy bien cuidado, con unas instalaciones muy bien tenidas.
En nuestro camino hasta la zona de camping de Cabo San Juan, nos encontramos con otras zonas de camping y hostales todos con diferentes acomodaciones y precios que iban desde 25mil la noche hasta 600mil la noche, si seiciento mil, luego de dos horas de andar por el sendero que se metia en la selva y salia a la playa todo el tiempo, llegamos a cabo san juan donde alquilamos una carpa, las carpas están armadas y era una buena opción ya que viajamos ligeros, solo algo de ropa, el agua y comida, si uno quiere puede llevar su propia carpa. Y si, los comentarios se quedaron cortos, es un lugar hermoso, paradisiaco, pero deben tener cuidado no en todas las playas se puede nadar, el oleaje es muy fuerte en algunas de ellas, tienen que ir, no encuentro las palabras para describir esa sensación de tranquilidad y respeto que impone el mar. En Cabo San Juan hay un restaurante, había ledio que la comida era cara, los platos estan en promedio de 15mil pesos, pero son muy ricos, vale la pena; al día siguiente, luego de desayunar decidimos recorrer el sendero que desde Cabo San Juan hasta el puebito, no teniamos la intensión de avanzar mucho, el camino era muy similar a lo que habiamos visto y recorrido el dia anterior, en un sendero algo estrecho, rodeado de palmeras, de un momento a otro nuestro sendero se estrelló de frente con una gran via en la mitad de la selva, rodeada por rocas y como no había mas turistas delante nuestro, veiamos como las lagartijas muy grandes se escondian a nuestro paso, atencicón porque hay ranas venenosas, de las amarillas con negro, andubimos con cautela por el sendero maravillados con cada animal cada planta, hasta que un ser extraño empezo a vociferar a todo pulmón, un humano, argentino, luego de eso no vimos más animales, como no esperabamos llegar tan lejos no llevamos agua ni nada que comer, y no llevavamos calzado adecuado, por eso y solo por eso decidimos regresar a la carpa, alistar todo para regresar a la vida real, pero con lo que vimos y recorrimos fue suficiente. La montaña no se va, y hay que volver.