miércoles, 30 de julio de 2014

La nieve!, Sierra Nevada del Cocuy - Final

A la mañana siguiente, ya secos (Ver que paso ayer), y con energía renovada, 4 de nosotros iniciamos la marcha hasta el borde nieve del glaciar del púlpito del diablo que se forma a los 4,800 metros de altura, salimos a las 6 de la mañana de la cabaña Sisuma, luego de subir una pequeña loma cerca de los tanques de agua, caminamos por el sendero durante una hora, es un sendero ondulado no presenta mucha dificultad, luego llegamos un punto donde se debe siempre ir hacía la izquierda, ya que si se va por la derecha se llega a un sitio conocido como el camino de los perdidos que está cerca a dos lagunas pequeñas, en la mitad de un valle de piedras.

Nos encontramos con dos letreros, el último indica que es prohibido el paso de caballos, vamos por buen camino, luego llegamos a un pequeño valle, conocido como el hotelito, a 4,200 metros de altura, y enfrente de nosotros, una ladera empinada donde apenas se ve el sendero, acá se sube por donde se pueda durante 45 minutos aproximadamente, en la cima de esta ladera se encuentra el alto del conejo, donde se puede bajar hasta la laguna grande de la sierra, pero eso será en otra ocasión, ya en el alto del conejo es relativamente fácil andar por las lajas, hasta el borde nieve. Como fuimos en Julio el día estaba opaco y el pulpito del diablo se escondía detrás de las nubes, hay que tener cuidado por que algunas grietas se tapan de hielo y aunque no representan riesgo de muerte si pueden causar una fractura o una lesión importante, caminamos en línea casi recta para llegar al borde nieve, luego de recorrer las lajas por casi una hora finalmente llegamos al borde nieve. Y por obra de la naturaleza las nubes que nos acompañaron ese día, se fueron y por fin allí la nieve. de regreso nos tardamos el mismo tiempo, para un total de 6 horas caminando, luego una hora adicional para encontrarnos con el señor que habíamos contratado para llevarnos de vuelta al pueblo, donde nos esperaba la flota para regresar a Bogotá con los recuerdos de una de las mejores experiencias de mi vida.


La nieve!, Sierra Nevada del Cocuy - Parte 3

Luego de armar las carpas (Llegada a Sisuma), nos dedicamos a recorrer el campamento Sisuma, ver las lagunas cercanas, y adaptarnos a la altura, un buen te de coca, y a dormir, el cielo estaba completamente despejado esa noche y logramos ver mas estrellas que nunca antes, ese cielo tan abierto sin nosotros advertirlo nos auguraba muchas sorpresas al día siguiente.

Al amanecer del segundo día, decidimos ir a la Laguna de la Plaza, allí no mas..., y emprendimos la marcha, por el camino nos encontramos con la laguna Cuadrada, la Atravesada, y la Parada, ahora en la base de las montañas que se erguian ante nosotros se oscureció el cielo, y empezo a caer una lluvía, suave, pero constamte, luego desde allí subimos por un sendero escondido, conocido como el paso del Cusirí, un paso de montaña que es el límite entre Boyacá y Arauca a 4400 metros de altura, esta subida fue una caminada muy dura, creo que la más dura que hice en mi vida hasta ese momento, y la bajada era un zig-zag que se extendía hasta muy abajo, por la ladera suroriental, la lluvia menguo un poco y en la orilla de la quebrada Calichal encedimos la estufa y tomamos algo caliente, pero el clima  no nos dió tregua y continuamos a traves de un valle de fraijlejones muy hermoso, luego de agotar nuestras energías empezamos a subir por un camino mas rocoso, y al llegar a la parte mas alta, la neblina no nos permitia ver a profunidad todo el camino, apenas y alcanzabamos a ver un sitio conocido como patio bolas, desde allí, bajando a una hora de camino encontraríamos la Laguna de la Plaza, que surguió a raiz del retroceso del glaciar, y donde en los años 40 se podía ver icebergs flotando en ella. 

Nuestros acompañantes tenían la ropa entrapada, algunos llevabamos prendas de lana, sacos, calentadoras, yo un par de guantes, que estaban entrapados y frios y lo que en el valle de los frailejones que habíamos pasado hace unos minutos atrás ahora era una ventisca con agua y hielo, la naturaleza no nos dejó pasar, y cuando la naturaleza dice algo hay que escucharla, así que no logramos llegar y emprendimos el camino de vuelta, con la tempestad que nos seguía, llegamos a la base de la cara suroriental para llegar al alto del cusirí, pero lo que habia sido una bajada mas o menos rápida ahora era una escalera sin fin, y para este punto el bocadillo que habíamos llevado se había acabado. el viento era tan fuerte que si prendíamos la estufa para calentar algo de tomar esta se apagaba no teníamos como resguardar la llama, y así transcurrió la subida, y paradójicamente mientras subíamos el clima mejoró, luego de coronar la cima del paso y empezar a bajar ahora por la cara noroccidental, toda la lluvia que había caido se escurría por el sendero que nos llevo hasta arriba la primera vez, asi que preferimos apresurarnos y no tener más sopresas.

Luego, en el páramo, la cabaña se nos hacía lejana, finalmente llegamos, toda la ropa completamente mojada, las botas también, nos acomodamos en la chimenea de la cabaña y no supe mas de mí, hasta la mañana siguiente.

- Y hasta donde fueron?- Nos preguntó la persona que atiende en la cabañana. 
- Pasamos el alto del Cusirí. 
- Huy pero con este clima? si les hubiese pasado algo, nadie los iba a sacar de allá.


sábado, 19 de julio de 2014

La nieve!, Sierra Nevada del Cocuy - Parte 2

Luego de serpentear durante una hora (Entérate aquí de cómo llegamos a este punto) por la carretera en buen estado en la mayoría de sus tramos, empezamos a ver a lo lejos, pero mas cerca que nunca lo que tanto aguardábamos, las cumbres nevadas de la sierra.

 Legamos a la entrada del parque, y tubimos que bajarnos, para mostrar nuestras identificaciones y las boletas de ingreso que nos habían dado en la oficina de parques nacionales en el pueblo. luego volvimos a la buseta y seguimos avanzando por unos cuantos metros más, y allí en un punto llamado los Herrera, nos dejó el señor Pedro, con la promesa de regresar por nosotros en dos días, a las 6 de la tarde.

Una parte del mapa que nos dieron en el pueblo
Cuando descendimos de la buseta ya eran las 8 de la mañana, el aire era frío, y se sentía un ardor al respirar profundamente, estiramos lar piernas, y maleta al hombro, ¿recuerdan las latas que llevamos desde Bogotá? aquí ya pesaban; importantísimo dejar los artículos más pesados cerca de la espalda y abajo en la maleta, y los mas liviamos arriba, de esta manera el centro de gravedad del caminante con la maleta puesta no cambia mucho, y de esta manera se evita un esfuerzo innecesario y posibles caidas por perdida de equilibrio.

La mona y Oscar, nuestro guía.
Nuestro rumbo era ahora la cabaña Sisuma, al rededor de una hora de camino a una altura promedio de 3900 metros, fuimos por un sendero ancho donde antes pasaban caballos, ya no los permiten, bien!, desde que sea en procura de preservar el parque, fue necesario rodear unas zonas inundadas, pero nada complicado.

Luego cuando las piernas no daban más por la falta de costumbre de cargar tanto peso y a esa altura, llegamos a la zona de camping Sisuma.

Allí armamos nuestras carpas. Siguiente>

La nieve!, Sierra Nevada del Cocuy - Parte 1

No puedo recordar cual fue el día o en que momento y porqué decidí que quería ir al Cocuy, tal vez fue un poco de todo: las historias de quienes habían ido, las ganas de viajar, ver la nieve antes que el glaciar se descongele por completo.

Inicialmente sólo iríamos dos personas, pero una cosa llevo a la otra y en total salimos 8 personas del terminal del Salitre en Bogotá un viernes en la noche, sólo la flota los Libertadores prestaba el servicio, el pasaje nos costó $ 45,000 pesos, estabamos full cargados, yo llevaba mi maleta de 55 litros, con sleeping cobija, carpa para 3 personas, aislante, ropa de cambio, y la ropa que llevaba puesta, ya habíamos mas o menos aprendido lecciones de otras salidas respecto a la cocinada, llevamos una estufa ultraliviana que funciona con gas propano, el gas se puede adquirir en diferentes tiendas en Bogotá, pero llevabamos latas... pollo, carne, incluso la lata que viene como si fuera frijolada, otras de jamoneta y jamón, cargando la maleta desde la casa, hasta el bus, luego hasta el terminal del Salitre me iba muy bien, pero eso cambiaría al día siguiente, luego les contaré por qué.

Entrando en detalle de la indumentaria: camiseta, buzo de polartec, jean (mala idea), guantes que compré de afán esa tarde (de lana, mala idea),  pasamontañas de polartec, botas para trekking, medias gruesas para trekking, luego de una larga caminata los pies lo agradecerán ya que por muy buenas que sean las botas terminarán incomodando por la dureza de la suela, y chaqueta impermeable, con esto me sentía mas que listo, hay otros artículos que iré describiendo párrafo tras párrafo.

El viaje, fue un poco tortuoso, decidimos viajar de noche para poder descansar, pero la ansiedad de llegar y conocer no me dejaron dormir, siempre me pasa... recorrimos muy desde el centro del departamiento de Cundinamarca, atravesando casi todo el departamento de Boyacá, el viaje duró al rededor de 10 horas, y finalmente a eso de las 6 de la mañana del sábado llegamos al casco urbano del municipio del Cocuy.

Bajamos de la flota, y sacamos las maletas de la bodega, tip para la próxima ponerle los rain cover a las maletas ya que llegaron llenitas de tierra de todo el camino, tomamos un desayuno rápido, y compramos agua en bolsa para llenar nuestros camellbak (los conseguimos baratos en la carrera 24 con 51), no tiene sentido traerse el agua desde Bogotá, durante 10 horas es posible que se rompa y se moje todo el contenido de la maleta. Es necesario registrarse en la oficina de Parques Nacionales que está dentro del pueblo, y pagar el ingreso, así como un seguro, que bueno, finalmente deberían reevaluar el sentido de dicho seguro y como usarlo en caso de necesidad, y ¿si uno paga el ingreso no debería este cubrir en alguna medida cualquier eventualidad? finalmente se pago todo lo que se tenía que pagar allí, mas o menos $ 25,000 el ingreso y otro tanto el seguro, uno de los compañeros que nos serviría de guía contacto a un señor Pedro que nos subiría hasta la entrada del parque, y un poco más adelante por la cabaña del guardabosques, hasta un sitio conocido como los Herrera, pagamos a $10,000 pesos el pasaje de ida cada uno, le pagamos al señor el pasaje de vuelta de una vez, acordando el día y la hora en que nos debía recojer para llevarnos al pueblo, también con él enviamos la plata de los pasajes de vuelta a Bogotá $50,000; después de registrados, maletas a la buseta y emprendimos el viaje a la entrada del parque.

"Si no quieres enredarte con esta logística siempre puedes ir con una empresa experta, en este caso con  Salidas de turismo científico y turismo sostenible".

Continua leyendo la segunda parte de esta aventura aquí