jueves, 23 de abril de 2015

Volcán Cotopaxi - 9 horas en el Hielo

-Recuerda hacer algunas caminatas de aclimatación por el tema de la altura, en que ciudad vives?.
-Vivo en Bogotá, y antes he estado en sitios de gran altitud acá en Colombia.
-En que sitios?
-En el glaciar del pulpito del diabo, en el Cocuy,  está a mas o menos 5100 mts de altura, es posible subir y bajar en dos días?
-Si claro es posible.

Y así empezó mi viaje a Quito para contactarme con unos guias de alta montaña que me llevarían a la cumbre del Volcán Cotopaxi, a 5897 mts de altura, la tercera montaña mas alta de Ecuador, coronada por uno de los volcanes activos mas altos del mundo.

Todo en Ecuador me era tan familiar, me sentía en Chía o en Cota Cundinamarca, pero algo me dio un poco de envidia buena si es que eso existe, la entrada al Parque Nacional Cotopaxi, es un complejo turistico con batería de baños, tiendas de recuerdo y demás oficinas administrativas, muy diferente a lo que se puede ver en nuestros parques de alta montaña, donde hasta los refuguios han sido clausurados por el mal manejo ambiental, retomemos: la camioneta nos llevó desde Quito hasta el parqueadero del refugio José Rivas, conocí a Damian de Arizona y a Florian de Alemania, quienes serían mis compañeros de viaje en esta aventura, ellos también intentarían la cumbre del volcán con uno de nuestros guías.

Al llegar al parqueadero a 4700 mts de altura, descendimos de la camioneta y nos pusimos morrales al hombro y empezamos la caminata de una hora hasta el refugio a 4864 mts, increiblemente donde empieza nuestro anhelado y amado borde nieve en Colombia, es una caminata sabrosa, hay que hacerla sin afanes.

Cuando llegamos, el refugio estaba lleno, en un 90%, de guías y turistas casi todos ecuatorianos, había un par de extranjeros mas por ahi, el refugio es un sitio agradable limpio, hasta preparan hamburguesas, es una gran cabaña de dos pisos con baños suficientes en el interior y en el exterior del refugio, alistamos nuestra cama para esa noche y salimos a la montaña a hacer unas caminatas de aclimatación, nos equipamos de grampones, piolet, gafas de sol y bloqueador.

Luego de una noche dura, pasada por un mareo que nunca había sentido, literalmente como si estubiera borracho, tenía que poner mi pie sobre la colchoneta para hacer polo a tierra, descansé un poco y partimos a las doce de la noche. En medio de la oscuridad y mas arriba se veían las luces de las linternas frontales de otros grupos, desde que salimos nevó y toda la noche también, por lo cual la nieve estaba muy blandita, en ocasiones se hacía dificil seguir el paso de los guías.
 - Tu decides Ale, seguimos?
- Sigamos.

A eso de las 5 de la mañana, mi voluntad y mis fuerzas empezaron a flaquear:
- Puedo, o... no puedo?, a que vine? y si me devuelvo ahora?, y cuando me devuelva y en la comodidad del refugio ya no me sienta cansado, como me sentiré conmigo mismo?

Yo miraba mi chaqueta y toda estaba congelada, ahora era un carton duro, frio, congelado y pesado, la capota era otro casco de hielo encima del casco de escalada, tomé la desición de caminar una hora más hasta que amaneciera, con la esperanza que el sol me calentara un poco y disipara las nubes que nos rodeaban y se mejorara el clima, en ese momento cuando la oscuridad de la noche quedaba atrás, se veía una pendiente de unos 60 grados de nieve super blanda, lisa donde no se como subí y allí la cumbre del volcán, para mi mala suerte oculta por nubes, pero allí estaba el crater del volcán, inspiraba mucho respeto, las fotos de rigor y allí se cumplían 6 horas subiendo hasta los 5897 metros de altura.

Un apretón de manos con el guía, y las gracias a Dios y a Ecuador, y emprendimos el regreso, duro, duro, duro, siempre para mi ha sido mas fácil subir que bajar, inclusive en el pico del aguila en los Cerros Orientales de Bogotá, la nieve continuaba cayendo copiosamente, dunas y dunas de nieve, interminables, cada paso era una caida, con nieve hasta arriba de la rodilla, y caidas en grietas ocultas, fué increible el cansancio, y el pensamiento predominante era, no me puedo quedar acá, lo que en la noche era un caminto por la nieve, en el día mostraba la realidad, un puente de nieve con grietas a lado y lado, tres horas después de coronar la cumbre se logró el cometido, volver sano y salvo, excepto por la uña del dedo gordo del pie que aun sigue negra...

-Grande Colombia, lo lograste, que subiste, que bien.... y que bajaste hecho una mierda.
-Dios! casi que no, Jajaj si, hp, muy duro, hp...

Para más información de rutas, precios, y toda la logística visiten:

No hay comentarios:

Publicar un comentario